Posturas de equilibrio
Para la mayoría, las posturas de yoga de equilibrio de brazos no son fáciles. Y, mientras que algunas personas quieren intentarlo, muchas terminan evitándolas porque pueden parecer aterradoras, si no imposibles. Pero hay muchas razones para superar el miedo y empezar a disfrutar de esta categoría de posturas. Los equilibrios de brazos no sólo fortalecen y tonifican el cuerpo, sino que el hecho de soportar el peso ayuda a mantener los huesos fuertes. Dado que requieren práctica y dedicación, la incorporación de estas posturas también es beneficiosa para la mente.
Casi todas las posturas de equilibrio de brazos requieren una gran cantidad de fuerza en el centro, por lo que la práctica regular te hará sentirte fuerte y con poder. A medida que tu fuerza central se desarrolla, también lo hace tu comprensión de quién eres. Y, a medida que aumenta la confianza, también lo hace tu deseo de jugar con las posturas de equilibrio de brazos: todos salimos ganando.
Para abordar la mayoría de las posturas de yoga de equilibrio de brazos, se debe tener una base sólida, que esté equilibrada tanto en flexibilidad como en fuerza. A medida que explores cada postura, asegúrate de mirar las modificaciones y consejos para ayudarte a desarrollar las habilidades y la confianza que necesitas para practicar posturas más desafiantes. Establecer los cimientos fuertes es una buena manera de aumentar tu confianza para que, cuando practiques este grupo de posturas, tengas todo lo que necesitas para despegar.
¿Cuáles son las mejores posturas de yoga para un principiante?
Los principiantes pueden empezar a practicar los equilibrios de brazos sin tener que preocuparse de que sus pies se levanten del suelo. Posturas como la plancha (Kumbhakasana), la postura del bastón de cuatro extremidades (Chaturanga Dandasana) y la postura de la plancha lateral (Vasisthasana) son excelentes maneras de empezar a desarrollar la fuerza para posturas más avanzadas. Además, el desarrollo de la fuerza en estas primeras posturas te ayudará a tener la confianza necesaria para probar otras posturas a medida que avanzas en tu práctica.